Conectarse para vivir mejor: "las excusas" que nos acercan al bienestar en el envejecimiento.
Resumen
En el envejecimiento, mantener el contacto social es tan vital como cuidar el cuerpo. Las relaciones sociales aportan alegría y bienestar, y estudios demuestran que una vida social activa reduce el riesgo de enfermedades como la depresión, la ansiedad y hasta el deterioro cognitivo. En este artículo, exploramos cómo el “efecto comunidad” y las teorías del comportamiento social nos impulsan a cuidarnos mejor. Además, compartimos algunas “excusas” prácticas para conectar: desde un paseo en compañía hasta un voluntariado. En Más Allá de los Años, sabemos que envejecer activamente significa también rodearse de personas que nos aporten felicidad, salud y propósito.
Hola, soy Dani Puchades, y hoy quiero hablarte sobre un tema fundamental para envejecer de manera saludable: el componente social. A menudo escuchamos frases como “lo importante es estar bien de salud”, pero pocas veces nos detenemos a pensar que el bienestar emocional y la compañía también son partes esenciales para disfrutar de un envejecimiento pleno. En seniorgen, sabemos que envejecer no solo es cuidar el cuerpo, sino también nutrir el espíritu y la mente. Las relaciones sociales juegan un papel clave en esto. ¿Alguna vez te has preguntado cómo el estar rodeado de otros influye en tu bienestar? Hoy exploraremos los beneficios de la compañía, el efecto positivo de la comunidad y cómo los comportamientos sociales pueden ayudarnos a vivir con más alegría y propósito. ¡Vamos allá!.
El poder de estar acompañado.
Los seres humanos somos sociales por naturaleza; esto significa que necesitamos estar conectados para sentirnos bien. Y la ciencia lo confirma: el contacto social tiene efectos profundos en nuestro bienestar físico y mental. Estudios recientes han demostrado que las personas mayores que tienen redes de apoyo sólido presentan menos estrés, menor ansiedad y un menor riesgo de problemas de salud como la depresión o el deterioro cognitivo. En pocas palabras, la compañía es como una medicina para el alma y el cuerpo.
La interacción social actúa como un apoyo que nos ayuda a mantenernos en equilibrio y nos da razones para levantarnos cada día con energía.
¿Qué dice la ciencia?
Numerosos estudios han demostrado que las relaciones sociales influyen en la salud de maneras que van más allá de lo emocional. Las investigaciones señalan que quienes mantienen una vida social activa presentan un menor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, diabetes e incluso demencia. La compañía y el contacto frecuente activan una serie de respuestas en el organismo que ayudan a reducir la inflamación y mejorar el sistema inmune, lo que resulta en una mayor resistencia frente a las enfermedades.
Un estudio publicado en The Journals of Gerontology demostró que los adultos mayores que participan en actividades sociales de manera regular experimentan menos síntomas de depresión y ansiedad. Además, un metaanálisis de estudios sobre soledad y mortalidad halló que el aislamiento social es un factor de riesgo tan importante como el sedentarismo o el tabaquismo. La ciencia ha demostrado que las relaciones humanas son tan necesarias como una buena alimentación o el ejercicio físico para lograr un envejecimiento saludable. (Referencias 1 y 2)
La comunidad, un impulso para cuidarnos más.
Cuando formamos parte de una comunidad, no solo tenemos compañía; también encontramos la motivación para cuidarnos más y mantenernos activos. Las actividades en grupo, como las caminatas, las tareas compartidas o los talleres, nos animan a hacer un poco más, a movernos y a disfrutar de actividades que, solos, no nos animaríamos a realizar. Tener a otras personas alrededor nos da ese empujón extra que necesitamos y nos hace sentir que pertenecemos a algo más grande. Envejecer en comunidad es envejecer con propósito, con la satisfacción de saber que no estamos solos. (Referencia 3).
En seniorgen, hemos visto cómo participar en actividades en grupo tiene un efecto “mágico” en la vida de muchas personas mayores. No solo las anima a moverse, sino que también les cambia la visión de la vida. Cuando se sienten apoyadas por una comunidad, las personas tienden a ver el envejecimiento como una etapa activa, rica y llena de posibilidades. Además, disminuyen los sentimientos de soledad, mejorando el bienestar físico y mental.
Escuela de mayores de Benahavis como ejemplo de comunidad que impulsa el bienestar en el envejecimiento. Aquí puedes ver que hacen: instagram.
El efecto de las teorías del comportamiento social en el envejecimiento.
La psicología y las teorías del comportamiento social respaldan la idea de que la conexión social es esencial para el bienestar. Una teoría destacada es la Teoría de la Actividad, que sugiere que las personas mayores que permanecen activas socialmente son más felices y gozan de una mejor salud mental. Esta teoría enfatiza que el mantener roles sociales y actividades, ya sea como amigo, abuelo o voluntario, ayuda a las personas mayores a preservar su identidad y a sentirse útiles. (Referencia 4).
Otra teoría relevante es la Teoría de la Selección Socioemocional, que plantea que, a medida que envejecemos, buscamos relaciones más significativas y reducimos las interacciones superficiales. Esta teoría explica que, con el tiempo, las personas mayores prefieren rodearse de aquellas personas que les aportan bienestar emocional y relaciones de calidad, lo cual tiene un efecto positivo en su salud emocional y cognitiva. La compañía cercana se convierte, entonces, en un recurso vital para enfrentar los desafíos del envejecimiento, promoviendo un sentido de propósito y de satisfacción. (Referencia 5 y 6)
Curiosidades sobre el contacto social en el envejecimiento.
Para profundizar en la importancia de la conexión social, aquí tienes algunos datos curiosos sobre cómo el contacto social beneficia a nuestro cuerpo y mente:
El “efecto espejo” en el bienestar físico y mental: Las personas tienden a reflejar los hábitos de quienes les rodean. Si tienes amigos activos y optimistas, es más probable que adoptes esos mismos hábitos. La compañía de personas con actitud positiva también puede mejorar nuestro estado de ánimo y hacernos más propensos a cuidar de nuestra salud.
La “hormona de la felicidad” y el contacto social: Cuando compartimos tiempo con otras personas, nuestro cerebro libera oxitocina, la “hormona de la felicidad”. Esta hormona disminuye el estrés, mejora la presión arterial y fortalece el sistema inmunológico. Un abrazo o una charla agradable no solo nos eleva el ánimo, sino que también nos hace más resistentes a las enfermedades.
El impacto del contacto social en la memoria y el cerebro: La participación en actividades sociales estimula la mente y mejora la memoria. Estudios han encontrado que las personas mayores con vidas sociales activas tienen un cerebro más “joven” que quienes pasan más tiempo solos. Las conversaciones y el intercambio de ideas mantienen en forma las áreas del cerebro relacionadas con la memoria y el aprendizaje.
Los beneficios de reír juntos como remedio para el cuerpo y la mente: La risa compartida reduce la tensión muscular, mejora la circulación sanguínea y libera endorfinas, que son analgésicos naturales. Participar en actividades donde haya espacio para el humor y la risa, como juegos de mesa, charlas o paseos con amigos, tiene efectos muy positivos en la salud.
Cuidado y apoyo mutuo con sentido de propósito en la edad avanzada: Las personas mayores que participan en actividades de voluntariado o ayudan a amigos y familiares encuentran un sentido de propósito. Esta sensación de ser útil a los demás está asociada con una mayor satisfacción y una vida más larga.
Las mejores excusas para conectar.
A veces necesitamos un “empujoncito” para salir y conectar. A continuación, te comparto algunas “excusas” o pequeños motivos que te pueden animar a buscar más conexión y obtener todos los beneficios de estar rodeado de otros:
Primera excusa
Un paseo en compañía.
Invita a un amigo o familiar a dar un paseo. Caminar juntos no solo ayuda a sumar pasos, sino que también es la excusa perfecta para compartir una buena conversación. La caminata se hace más ligera y divertida cuando hay compañía, y este simple acto refuerza los lazos con los demás.
Segunda excusa
Voluntariado: dar y recibir.
Ayudar a otros es una de las formas más gratificantes de conectar. El voluntariado no solo beneficia a los demás, sino que también te ayuda a ti mismo. Ofrecer tu tiempo en una actividad solidaria te da la oportunidad de conocer personas y de sentir que haces algo valioso. El apoyo que das en comunidad se convierte en bienestar compartido, y te hace sentir útil y valorado.
Tercera excusa
Una charla sencilla con un café
A veces, una charla sencilla con un café de por medio es suficiente para sentirnos más cerca de los demás. Invita a alguien a tomar un café, a charlar un rato, a compartir anécdotas y a desconectar de la rutina. Estos encuentros nos recuerdan que siempre hay algo valioso que compartir, y que todos necesitamos momentos de conexión. Si te apetece, cada jueves no conectamos en digital para conectar. Si te animas, te esperamos.
Cuarta excusa
Únete a un grupo de interés.
Los clubes y grupos de interés son una forma fantástica de conocer personas con gustos similares. Ya sea un club de lectura, un grupo de senderismo o una asociación de cualquier tipo, estas actividades te ofrecen un espacio para compartir ideas, expresarte y conocer gente que, como tú, busca momentos de conexión y buenos momentos. Si quieres puedes sumarte al club de whatsapp de seniorgen:
Quinta excusa
Colabora en una tarea con alguien.
Hay tareas que pueden ser más llevaderas si las hacemos en buena compañía. Organizar el jardín, arreglar una habitación o hacer la compra juntos son “excusas” perfectas para pasar tiempo con alguien. Además, trabajar juntos fomenta el compañerismo y nos da la satisfacción de compartir momentos útiles y entretenidos.
Sexta excusa
Apúntate a una actividad en grupo.
Las actividades en grupo abren la puerta a nuevas experiencias y amistades. Ya sea una clase de baile, un taller de manualidades o un curso de cocina, estas actividades te permiten aprender algo nuevo mientras disfrutas de la compañía de otros. A veces, compartir una actividad nos hace sentir parte de una comunidad y nos motiva a mantenernos activos. Busca algo así como la Escuela de Mayores de Benahavís.
La edad no debería ser una barrera para hacer cosas nuevas, sino una oportunidad para redescubrir el placer de mantenerse activo y conectado. Hacer cosas, sea cual sea nuestra edad, es la mejor excusa para sentirnos vivos, para desafiar nuestras propias limitaciones y para regalarnos momentos de alegría y bienestar. Cada pequeña acción, cada paso y cada decisión de salir y conectar es una inversión en nuestra propia salud y felicidad. Envejecer no significa detenerse; es un recordatorio de que siempre tenemos la oportunidad – y la obligación con nosotros mismos – de empujarnos a hacer cosas que nos llenen de vida.
Para cerrar…
En Más Allá de los Años, entendemos que la conexión y el contacto humano son esenciales para envejecer con salud y felicidad. Las personas con las que compartimos nuestras vidas nos aportan bienestar, nos motivan a cuidarnos y nos hacen sentir que pertenecemos a algo más grande. Así que no dudes en buscar esas “excusas” para conectar, en dar el paso y en rodearte de personas que alegren tus días. Recuerda que cada conversación, cada paseo y cada actividad compartida es un regalo para el cuerpo y el alma. Envejecer en compañía es vivir plenamente, más allá de los años y más allá de cualquier límite.
Referencias
Social Relationships and Mortality Risk: A Meta-analytic Review. PLoS Medicine, 7(7), e1000316. Holt-Lunstad, J., Smith, T. B., & Layton, J. B. (2010). Más información
Social Engagement and Depressive Symptoms: A Meta-Analysis of Prospective Studies. Journal of Aging and Health, 23(4), 553-578. Chiao, C., Weng, L. J., & Botticello, A. L. (2011). Más información.
Relationship between social participation and life satisfaction in community-dwelling older adults: Multiple mediating roles of depression and cognitive function. Runtian LV; Li Yang; JKia Li; Xiao Wei; Yawen Ren; Wenguang Wang; Jiayu Hou; Xiuqing Fang. Feb 2024. Más información.
Envejecimiento activo y de éxito o saludable: una breve historia de modelos conceptuales. Donatella P; Roberto P; Luca G; Cristina L; Carlo Z. Ago 2016. Más información
Las teorías de la felicidad en la vejez. Carmen Sarabia-Cobo. Dic 2023. Más información.
- Teorías psicosociales del envejecimiento. Esteban Merchán y Raúl Cifuentes. Universidad de Castilla La Mancha y Universidad de Enfermería de Madrid. Más información.
Sobre el autor
Dani Puchades
Dani Puchades es un profesional especializado en longevidad y envejecimiento activo, centrado en diseñar programas de entrenamiento físico para mejorar la calidad de vida de las personas mayores. A lo largo de su carrera, ha desarrollado métodos que promueven la independencia y el bienestar integral en la población senior, integrando ejercicio físico y hábitos saludables para fomentar un envejecimiento más activo y saludable.
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